martes, 29 de septiembre de 2009

Bienaventuranzas, para aprender


Es maravilloso observar como el más grande pudo con tanta sencillez transmitir la esencia de su mensaje.
Cuanto debemos aprender los que abrazamos la militancia política y que prudencia deberíamos tener cuando hablamos de conducción.



Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consuelo.
Bienaventurados los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Bienaventurados los compasivos, porque obtendrán misericordia.
Bienaventurados los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Bienaventurados los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes. (Mateo 5,1-11)

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