viernes, 25 de septiembre de 2009

Huida

Una vez atraparon a un monje que venía huyendo a toda furia mirando hacia atrás.
-¡Párese! ¡Párese, don! ¡Adonde va!
El anacoreta estaba que no lo sujetaban ni a pial doble.
-¿Qué le pasa? ¿Quién lo corre?
-¿Lo persigue alguna fiera?
-Peor- Dijo el ermitaño.
-¿Lo persigue la viuda?
-Peor.
-¿Lo persigue la muerte?
El anacoreta dio un grito:
-¡Algo peor que la demencia!
- Y siguió huyendo.Venía atrás al galope un necio con poder.

P. Leonardo Castellani – Camperas

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