viernes, 18 de septiembre de 2009

Identidad

En un principio fue solo un gran continente. Luego la pangea hizo que la tierra se expanda y empezaron a conformarse lo continentes. Encontraremos infinitas teorías de por que el mundo se desarrollo de esa manera, científicas, religiosas no importa el origen lo que importa es que coinciden en que así fue.
También hallaremos coincidencias en el desarrollo de la humanidad. Lo difícil es encontrar coincidencias, no en lo que paso, sino en lo que va a pasar.
Siendo que en los últimos cinco siglos la humanidad de allá descubrió que existía la humanidad de acá, es que podemos deducir que el echo de descubrirla no significo otra cosa que no sea eso. No la inventaron ya existía.
La expedición que encabeza Colon en busca de un camino hacia las preciadas especies asiáticas, no hizo mas que toparse con un continente que existía.
Colon no invento ni a los Mayas; ni a los Incas; ni a los Cherokes; ni a los Guaraníes; ni a los Coyas; ni a los Tobas ni a ninguna de las civilizaciones que ya existían en este continente que luego denominaron América.
Claro como el objetivo de los descubridores era nada más económico. Era entonces menester hacerlo al menor costo. Eso produjo que los usurpadores anglosajones cruzaran el océano en línea recta y por eso se instalaron en el norte, era mas barato, lo que permitió que trajeran familias para instalarse definitivamente. Lo que produjo la primera ola de “ocupas” en el continente.
Para defender el “progreso” y la “civilización” había que matar a los indios o llevarlos a las mas mínima expresión, no sea cosa que estos salvajes que habían sabido vivir sin ellos durante miles de años ahora no aceptasen los bienes de la conquista y encima abusen de las mujeres. Y así fue como el norte se desarrollo de una manera espectacular matando, devastando y arrasando con cuanto símbolo de pertenencia quedara en pie. Por supuesto que semejante “civilización” instalo en ese suelo una xenofobia imposible de parar ya que con el desarrollo también, al norte, trajeron las miserias.
El sur, o sea del medio para acá, había dejado de ser prioritario pues demasiado trabajo tenían en el norte y llegar a estas aguas quedaba lejos y por consiguiente era mas caro. Pero la ambición de estos muchachos era desmedida y llegaron a un acuerdo. Para allá abajo mandaremos solamente hombres, y por supuesto no de los mejores, total sino vuelven…
Así arrancó el proceso de “civilización” de este lado del mundo.
Si reconocemos que en un principio todo estaba en un mismo lugar, lo que da origen a un mismo comienzo, es que podemos aceptar la universalidad de ciertas cosas, como por ejemplo: la hermandad a la que todas las religiones hacen referencia, ó la especie a la que pertenecemos y que la ciencia reconoce como única.
Esto nos lleva a poder tomar algunas conclusiones. Al ser yo un hombre de fe, creo en la hermandad de los humanos. Pero también los agnósticos; ateos; científicos; etc. Van a acordar en que existe una línea de coincidencias, científicamente probables, que nos unen a todos.
Bueno pues, en la simpleza de estas palabras podemos ver que no se trata de un estudio sociológico del tema y vamos a tratar de llegar al punto al que me propongo referir con esto.
Seguiremos aceptando cuestiones comunes para definir algún concepto. Si comparamos el crecimiento y desarrollo de un ser humano con el de un continente podemos también tomar por cierto que la evolución nos lleva hacia la independencia y que este proceso se produce con cambios no solo en lo físico sino también en lo social y económico ya que un adulto es fruto del medio donde se ha criado pero fundamentalmente también de su propia identidad. Lo que hace que ese desarrollo sea individual. Una sociedad no es un ser individual. Pero sí es un conjunto de cosas comunes que en definitiva la identifican como tal. Antepasados con raíces en este suelo y hombres que llegaron a el sin saber que se encontrarían causaron muerte desolación y desgracia en cada uno de los lugares en donde se cruzaron. Pero he aquí algo significativo, se cruzaron. Primero los enfrentamientos de aquellos hombres aterrados con estos que furiosos defendían su tierra y sus familias. Luego el poder de técnicas y armas modernas trajo consigo la dominación. Y por fin esta siniestra quietud confundió desarraigo con soledad; derrota con dominación; temor con valor; furia con comprensión. Y lentamente se fueron fundiendo dos culturas diametralmente opuestas de manera violenta al principio y consentida después lo que dio paso a una nueva raza: El mestizo.
Acá tenemos uno de los puntos cruciales de este pretendido análisis. Si bien estamos en un continente casi adolescente comparado en el contexto histórico de los países “desarrollados”. No tenemos la misma conformación que el resto de América (nombre que vamos a aceptar dentro de las cosas impuestas pero que no hacen al fondo del tema). Entonces si con una cuenta sencilla y caprichosa, podemos ver, en base a los resultados ya que somos mas los mestizos que los de raza pura, pero también podemos observar que son muchos mas los de piel trigueña y ojos rasgados que los blancos, podemos decir que este lado del mundo y a esta altura de evolución y desarrollo debería dejar de llamarse Latino ó Ibero América para llamarse, con mas propiedad Mestizo América y de esta forma estaríamos dándole un principio de identidad a una gran sociedad que se ha conformado en estas condiciones y que se ha desarrollado con estos principios y que fue capas de parir una sola Patria Grande en la que vivimos millones de Mestizos con vocación independentista e ideas claras y propias de cómo debe seguir este proceso histórico.
Siendo el hombre artífice de su propio destino, debe este buscar con el conjunto de la sociedad a la que pertenece las acciones y políticas que acorde con su identidad produzcan la realización y felicidad de su pueblo.


Mario Pedernera, Buenos Ayres, marzo 2 de 2009

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